domingo, 12 de febrero de 2012

Qué hago ahora contigo

Tu despedida prematura me encontró completamente desprevenido. Como un ave previsora me encontraba construyendo hoja a hoja el nido que cobijaría el milagro de nuestra unión expresada en un bebé con tus ojos y mi boca, con tus manos y mis dedos, o con tus dedos y mis uñas; realmente alcanzaríamos la cúspide de nuestro amor al combinar nuestros materiales genéticos dando más vida a la vida. Ese día detesté la lluvia que en parte me impidió verte por última vez, pero luego comprendí que todo era parte de tu plan para abandonarme. Definitivamente no fue culpa de la lluvia. Pero no te juzgo. Simplemente no soy la fruta ambicionada, solo un hombre común con más defectos que virtudes, tal vez un corazón que tiene que cargar con un cuerpo que trata de sobrevivir a sus propias limitaciones físicas y temporales. Quizá no hallabas cómo deshacerte de mi presencia así que decidiste terminar conmigo por medios electrónicos. Llorar a mares tu ausencia, quedarme sin lágrimas y no hallar sentido a mi propia frustración son las consecuencias temporales de tu adiós, sin embargo eso no me preocupa mucho, tarde o temprano me resignaré a disfrutar para mí solo la alegría que tenía reservada en abundancia para calentar nuestra felicidad en las noches de invierno; algo así como el desparpajo de la soledad que relata Benedetti. Lo duro es aprender a vivir con tu fantasma. Se apareció la noche de tu despedida y se posesionó de mis cosas. Con total naturalidad, se metió entre mis sábanas, me disputa el café, suda conmigo en el gimnasio y me pegó un tremendo susto cuando casi se ahoga en la piscina, obligándome a sumergirme para rescatarlo. Ahora mismo, tu fantasma corrige lo que escribo y me avienta golpes si no tomo en cuenta sus ideas. Me obliga a tomar apuntes en una pequeña agenda negra, tal vez el único objeto tangible en este laberinto metafísico. Tu fantasma pretende ser mi consuelo, hoy empecé a hablarle y me di cuenta que habla rápido como tú misma, y empieza a desplegar aquella magia que nos envolvía como una cinta morada cuando estábamos juntos ¿Qué hago ahora contigo? Es decir, con tu fantasma.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

♥♥♥ Las almas gemelas no pueden estar separadas luego de encontrarse ♥♥♥

Anónimo dijo...

♥♥♥ in love forever ♥♥♥ E^2